La elaboración de monumentos con el propósito de rendir tributo a los fallecidos es lo que se denomina “arquitectura funeraria”. Las lápidas, tumbas y panteones, forman esta rama arquitectónica tan desconocida, pero hermosa, que hace que los recuerdos de los seres queridos puedan perdurar en el tiempo.
La arquitectura es uno de los medios artísticos y técnicos más conocidos, pues después de todo, es la que permite el diseño y la construcción de edificios y espacios que tan útiles son para nosotros hoy en día.
Existen diversos tipos de arquitectura, por ejemplo la urbana o la decorativa. Entre la variedad de ramas que existe hay una que es desconocida por muchos, la funeraria. Aunque es una modalidad que se emplea con frecuencia, el trabajo que se realiza en esta área no es de dominio público.
Inicialmente se puede pensar solamente en pequeñas tumbas y lápidas, sin embargo, la arquitectura funeraria es bastante versátil y variada. Lo único necesario es pasar por los cementerios de las grandes ciudades, como por ejemplo Barcelona y Madrid, para darse cuenta de la gran belleza escondida en los monumentos funerarios.
Hay muchos panteones dignos de estudio, lo cual aplica tanto para los monumentos de personajes históricos, como de personas comunes y corrientes. Es una prueba de que la arquitectura funeraria es un arte desconocido pero que tiene mucho para ofrecer.
Ya sea para los que buscan apreciar el sentido estético de los panteones, como para aquellos que más bien desean homenajear a sus seres queridos después de su fallecimiento, la arquitectura funeraria es ideal para la proyección y creación de monumentos, que además de ser bellos, cumplan la función de rendir tributo a aquellos que ya no están con nosotros.
Monumentos majestuosos para rendir tributo
Una faceta de la arquitectura funeraria que todos conocemos es la histórica, y es que en la antigüedad era bastante común que los reyes o emperadores encargaran la elaboración de gigantescas tumbas o panteones para homenajear a sus predecesores.
Bastante reconocidos son los proyectos arquitectónicos funerarios de los egipcios. Las pirámides son tumbas de gran tamaño, donde se albergaban los cadáveres momificados de los emperadores. Asimismo, también vale la pena mencionar el Taj Mahal, en la India. Es un majestuoso palacio que funcionó como tumba para la esposa del emperador Sha Jahan.
Hoy en día no se ven este tipo de monumentos gigantescos. Más bien se suelen construir tumbas más modestas, pero no por eso carecen de belleza y elegancia. Actualmente cualquier persona tiene la posibilidad de pedir la construcción de lápidas y monumentos con diseños vanguardistas, que verdaderamente conmuevan, de tal modo que puedan inmortalizar a ese ser querido que han perdido.
En este aspecto, los materiales de mármol o granito son muy resistentes, y además de dar presencia y majestuosidad a la tumba, hacen que el monumento pueda perdurar en el tiempo.
A la hora de encargar una tumba o panteón para un ser querido, lo ideal es intentar recordar quién era y plasmarlo en el monumento. Si la persona era de religión católica, cristiana o similar, es una buena idea colocar una cruz en el diseño para honrar sus creencias.
Es posible también colocar inscripciones en la lápida, aquí se recomienda poner el nombre del fallecido, su fecha de nacimiento y de fallecimiento, además de alguna frase para rendir tributo a la persona. Puede ser un verso bíblico o alguna frase de duelo, así como cualquier frase que le haya gustado al fallecido en vida.
Algunas empresas incluso ofrecen el servicio de fotografías en cerámica o en láser, siendo una opción ideal para los que quieran inmortalizar el rostro de su ser querido en el monumento realizado.
Todo va a depender de los gustos y la esencia que haya tenido la persona durante su vida. Lo ideal es que el monumento sea hermoso, represente al fallecido y represente su legado.
