Nuestro hogar es nuestro lugar seguro. A todos nos gusta tener nuestra casa cuidada, ya que es el sitio donde, aparte de en el trabajo, donde más tiempo pasamos. Es donde disfrutamos de nuestra familia, de nuestras aficiones, donde guardamos las cosas que más nos importan, nuestros recuerdos y aficiones. Cuidar nuestra vivienda es algo que todos hacemos, y no dudamos en arreglar cualquier desperfecto cuando se da el caso.
Sin embargo, es cierto que muchas veces se dan imperfecciones que a priori parecen de menor importancia y que dejamos pasar. En estos casos debemos ser cautelosos, puesto que en la mayoría de casos, son problemas que si estiramos en el tiempo pueden empeorar.
Uno de ellos son las grietas en la fachada. Muchas veces son prácticamente imperceptibles, y, por lo tanto, no nos preocupan. Si además están en lugares poco visibles, muchas veces ni nos planteamos repararlas. Sin embargo, esto es un error, ya que si las dejamos pueden ir engrandeciendo. En muchos casos, estas grietas aparecen en las fachadas, y además de ser peligrosas, a nivel estético son bastante desagradables. En muchos casos aparecen debido a un mal enyesado, pero en los peores casos salen por problemas de arquitectura, por un mal cimentado. Si se da de esta manera, además de dañar lo visual de la fachada, puede ponernos en peligro. Es por eso que deberíamos reparar grietas en fachadas.
¿Qué hacer si detecto grietas en mi fachada?
En caso de vernos en este aprieto, no debemos dejarlo estar. Una de las prácticas más comunes es esperar a ver si empeora o no, y en caso de que no lo haga, olvidarnos de la grieta. Es, sin duda, la posición más cómoda, aunque podemos estar poniéndonos en peligro si no nos damos cuenta. Como decíamos anteriormente, este tipo de fisuras pueden aparecer debido a problemas arquitectónicos.
Así, deberíamos tomarlas como un aviso de que algo no va bien, y no hacer caso omiso. Nuestra seguridad es lo más importante; y es que, ¿si no estamos seguros en casa dónde lo vamos a estar?
De esta manera, al mínimo atisbo de grieta debemos dirigirnos a un profesional. Tratar de arreglarla nosotros mismos es un grave error, ya que, aunque a simple vista puede parecer reparada, la raíz del problema seguirá estando ahí. Una grieta es sinónimo de señal de que algo no va bien, por lo que necesita ser estudiada y revisada.
¿Cómo actúan los profesionales?
Los expertos en reparar las grietas en las fachadas se pondrán manos a la obra para solucionar tu problema. Primeramente, realizarán una valoración exhaustiva para ver de dónde viene y por qué, para decidir de qué manera intervenir. Acto seguido podrán elegir en función de esto cómo intervenir y con qué materiales, siempre usando herramientas de máxima calidad. No dejes la seguridad de tu hogar en manos de la suerte, y confía en profesionales que mantengan el lugar donde vives en buen estado para que tu familia y tú desarrolléis vuestra vida.
¡Corta las grietas de raíz!
